En su libro, The Fourth Turning, Neil Howe William y Strauss fourth ofrecen un análisis convincente que revela nuestra comprensión de los grupos demográficos y los patrones de comportamiento social. Los Millennials y la Generación Z, como nativos digitales, están destinados a moldear la trayectoria de la humanidad en los próximos 40 años. A pesar de su promesa inicial, esta generación enfrenta desafíos formidables: niveles de deuda en aumento, barreras para la propiedad debido a los precios desorbitados y problemas de salud mental exacerbados por la exposición constante a las redes sociales en un entorno altamente competitivo.
Sin embargo, nuestro análisis va más allá de las perspectivas generacionales. Nos enfocamos en la inteligencia colectiva, explorando qué une a las sociedades y cómo funciona. Hemos identificado dos grupos emergentes moldeados por la tecnología: "boomers digitales" y "zombies digitales", distintos de las generaciones Y o Z. A través de un análisis histórico, exploramos la cohesión social impulsada por el lenguaje, donde el inglés y el chino son hablados por casi mil millones de personas cada uno, seguidos por el hindi, el español y el francés. Las religiones también ejercen una influencia significativa en la unión de sociedades a través de las divisiones lingüísticas: el cristianismo cuenta con 2.3 mil millones de seguidores, el islam con 1.9 mil millones, y el hinduismo y el budismo con 500 millones cada uno.
Naciones como China e India, con poblaciones en los miles de millones, junto con Estados Unidos, Indonesia, Brasil, Nigeria y Pakistán, ejercen una influencia sustancial gobernada por contratos sociales. En el mundo interconectado de hoy, las plataformas de redes sociales como Facebook, con más de 2.89 mil millones de usuarios activos mensuales, YouTube con más de 2 mil millones de usuarios mensuales registrados, Instagram con más de 1.16 mil millones de usuarios activos mensuales, TikTok con una audiencia global de más de 1 mil millones de usuarios mensuales, y Telegram y Chat GPT con más de 500 millones de usuarios mensuales cada una, desempeñan roles fundamentales. Estas plataformas no solo facilitan la comunicación y conexión, sino que también ejercen una influencia significativa en la formación de tendencias, opiniones e intercambios culturales a nivel global.
Estamos en una era definida por la tecnología, que no solo moldeará los destinos de las generaciones actuales, sino también de aquellos que interactúan con estas innovaciones. Esto determinará nuestra capacidad para fomentar la creatividad o sucumbir a la mera conformidad. Al evaluar a los millennials, debemos considerar eventos en mercados emergentes que enfrentan inflación y crisis sociales, como es evidente en Ucrania, Turquía, Venezuela, América Latina y Eurasia.
La tecnología sirve tanto como escape como herramienta para forjar nuevos caminos. En una sociedad digital, los activos digitales prometen redefinir el almacenamiento de riqueza, en contraste con la predominancia de los bienes raíces en eras anteriores de repúblicas y monarquías. Web 3.0 prioriza una internet descentralizada que fomenta una sociedad heterogénea de innovadores impulsados por propósitos, no seguidores. Esta internet tiene el potencial de abordar desafíos humanos y resolver problemas sociales. Estamos en una encrucijada, determinando si encarnaremos el espíritu de los boomers digitales o sucumbiremos a las distracciones de los zombies digitales.
El concepto de "boomers digitales" y "zombies digitales" trasciende las fronteras generacionales, ofreciendo una clasificación más matizada que la de los Millennials y la Generación Z. Engloba una comprensión más amplia de las necesidades y contextos enfrentados por los ciudadanos en los mercados emergentes.
Los boomers digitales aprovechan hábilmente la tecnología para crear riqueza e influencia, utilizando los avances en plataformas digitales y sistemas descentralizados. Encarnan la innovación y el uso estratégico de herramientas digitales para navegar desafíos económicos y sociales, buscando democratizar el acceso a la creación de riqueza y abrazando el potencial de las tecnologías de internet descentralizadas como Web 3.0.
Por el contrario, los zombies digitales se encuentran atrapados en un ciclo de dependencia de las redes sociales y tecnologías digitales. A menudo, carecen de propósito y compromiso significativo, usando la tecnología principalmente como escapismo o para aliviar sentimientos de soledad y desconexión. Este grupo subraya los desafíos sociales derivados del consumo digital excesivo, requiriendo estrategias equilibradas de compromiso digital.
Al centrarnos en estos arquetipos en lugar de en etiquetas generacionales convencionales, obtenemos una comprensión más profunda de las diversas realidades y aspiraciones de las personas en mercados emergentes. Este enfoque subraya la importancia de mejorar la alfabetización digital, fomentar la innovación y promover el uso responsable de la tecnología para empoderar a los individuos en diversos contextos socioeconómicos. Reconoce el impacto universal de la tecnología, al tiempo que reconoce los desafíos distintivos enfrentados por diversos grupos demográficos a nivel mundial.