Las acciones de Nvidia cayeron casi un 9% durante las dos últimas semanas de octubre. Detrás de esta significativa caída se encuentra la decisión del gobierno de los Estados Unidos de endurecer las restricciones a la exportación de chips de inteligencia artificial avanzados a China. Esto no solo afectó a Nvidia, sino que también provocó un efecto dominó en varios ETF centrados en tecnología con una exposición significativa al fabricante de chips. Tales eventos son indicativos de un cambio más amplio: una creciente guerra fría que choca con los principios de la globalización y el libre comercio.
Mientras el mundo lucha por la competencia en el poder de procesamiento, la energía y el control de las cadenas de suministro, observamos una mayor volatilidad, especialmente en tecnología y materias primas. Si bien esta volatilidad presenta oportunidades, también debemos prepararnos para una turbulencia prolongada en este emergente mundo multipolar.
Euro: Otro emblema de la globalización, el euro, mostró los desafíos de un sistema monetario compartido combinado con estrategias fiscales diversas. Las tasas de interés reales negativas han desincentivado la innovación y la productividad. Ahora, los esfuerzos europeos por la energía verde, a expensas de la seguridad nacional, están llegando a su vencimiento.
La sabiduría convencional sugiere buscar el próximo 'milagro económico', el sucesor del crecimiento explosivo de China. Muchos señalan a la India. Sin embargo, un análisis de las métricas del PIB ofrece una narrativa diferente. Con Estados Unidos y China liderando las cifras, ¿qué nación está lista para unirse al codiciado club de los $20 billones a continuación?
Nuestra apuesta está en Japón. Factores como los cambios en las cadenas de suministro globales, la automatización intensificada, cambios en las posturas de defensa y la posición estratégica de Japón frente a la dominación china lo convierten en un contendiente convincente. Si esta tesis se cumple, podríamos presenciar cómo la economía japonesa se dispara desde $4.4 billones a $20 billones en una década.
En el contexto de la pandemia, parece que el Nikkei está entrando en un mercado alcista estructural. Su punto más bajo en 2009 y el resurgimiento posterior a la pandemia subrayan el potencial de Japón como un actor fundamental en esta nueva era multipolar.